
Vosotros también debéis lavaros los, pies los unos a los otros. Juan 13:14. El lavado que al se refiere Jesús aquí está relacionado con refrescar, no al lavado de los pecados. Contrariamente a lo que es el pecado, el polvo y la tierra que se juntan en nuestros pies son inevitables. Por ejemplo: Revolcarnos en la tierra, sería sin duda pecado pero si sólo tocamos