Bienvenidos


Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla mas yo le aborrezco.
1 Reyes 22:8.-

La obsesión es algo terrible. Mentir es engañar a otros sabiendo lo que se está haciendo. Estar obsesionado es engañarse a uno mismo; es mentir y no saberlo; es haber llegado al punto donde la conciencia ya no actúa y la luz que en nosotros hay ha llegado a ser tinieblas. Es, en síntesis, el haber rechazado la verdad.

A este estado se llega por la simple elección de las tinieblas.

Porque todo aquel que hace lo malo,  aborrece la luz y no viene a la luz,  para que sus obras no sean reprendidas.
Juan 3:20.-

Por esto Dios les envía un poder engañoso,  para que crean la mentira,
2 Tesalonicenses 2:11.-

De manera que finalmente los obsesionados son verdaderamente engañados; ¡han llegado a creer en lo que están haciendo! Saulo de Tarso ciertamente pensaba. ¿Cómo somos librados de esto? Sólo por medio de la luz. El que practica la verdad, viene a la luz. Dios ya no necesita obrar más. No hay necesidad de otra obra. Dios nos hace ver y esto es suficiente.


Dios... resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
II Corintios 4:6.

¿Qué es la salvación?
Es la penetración de la luz divina en nuestro corazón. Esa luz velada significaba perdición para nosotros. Pero Dios ha resplandecido en los corazones de los que estábamos pereciendo. 

Ver equivale a la salvación. Tan pronto como vemos la gloria en la faz del Salvador, somos salvos. Si sólo entendemos la doctrina y asentimos a ella, nada ocurre, pues no hemos visto a Aquel quien es la verdad. Pero así como la película se reproduce instantáneamente desde que le damos “PLAY”, cuando verdaderamente le vemos a Él como Salvador, en ese preciso momento comienza la transformación interior, y lo que para nosotros fue una visión celestial se transforma en la revelación de Su Hijo en mí.


Por lo cual,  oh rey Agripa,  no fui rebelde a la visión celestial,
Hechos 26:19.-

Pero cuando agradó a Dios,  que me apartó desde el vientre de mi madre,  y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí,  para que yo le predicase entre los gentiles,  no consulté en seguida con carne y sangre,
Gálatas 1:15-16.-

No hay necesidad de recordarnos tal experiencia de vida. Es imposible olvidarla!!!


El Viernes 6 de Julio finalizamos la "Cadena de Ayuno, Oración e Intercesión de 120 días para que Dios levante de los niños la Generación Profética que Él y nuestra amada Nación Argentina necesitan".

Damos gracias a Dios por todos los que han oído el llamado y se han parado en la brecha en estos días.

Estamos gozosos por el hecho de haber podido obedecer a Dios en lo que nos ha dicho.