Dios... resplandeció en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.
II Corintios
4:6.
¿Qué es la salvación?
Es la penetración de la luz
divina en nuestro corazón.
Esa luz velada significaba perdición para nosotros. Pero Dios ha resplandecido
en los corazones de los que estábamos pereciendo.
Ver
equivale a la salvación. Tan pronto como vemos la gloria en la faz del
Salvador, somos salvos. Si sólo entendemos la doctrina y asentimos a ella, nada
ocurre, pues no hemos visto a Aquel quien es la verdad. Pero así como la película
se reproduce instantáneamente desde que le damos “PLAY”, cuando verdaderamente le vemos a Él como Salvador, en ese preciso
momento comienza la transformación interior, y lo que para nosotros fue una visión
celestial se transforma en la revelación de Su Hijo en mí.
Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,
Hechos
26:19.-
Pero cuando agradó a
Dios, que me apartó desde el vientre de
mi madre, y me llamó por su gracia, revelar
a su Hijo en mí, para que yo le
predicase entre los gentiles, no
consulté en seguida con carne y sangre,
Gálatas 1:15-16.-
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Enseñanzas